He tenido la fortuna de visitar dos veces Perú, una en Abril de 2018 y otra en Agosto- Septiembre de 2022. En las dos ocasiones he estado acompañado por VIOLETA, una mujer peruana extraordinaria y eso me ha permitido conocer más a fondo, a través de su familia y amigos, ese hermoso país y a sus gentes.
En el primer viaje visité, además de Lima, Cusco (en Perú Cusco no Cuzco) y Machu Picchu y voy a intentar relatar como vi y viví el Perú. Un mes intenso lleno de experiencias que me hacían sentir emociones igualmente intensas.
Tras un largo viaje de más de 12 horas llegamos a Lima a las 6 de la mañana (hora local). Nada más descender del avión y salir a la calle del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez ya empiezas a percibir una neblina que lo envuelve todo y piensas que Lima será una ciudad húmeda y fría. Por eso cuesta creer cuando te dicen que en Lima apenas llueve, que los limeños no conocen las fuertes lluvias y que de fría nada porque apenas se utiliza la calefacción.
EL TRAFICO
En el traslado desde el aeropuerto al hotel ya notas que el tráfico es infernal en las horas punta, normal en una ciudad de más de once millones de habitantes, con enormes atascos. Los conductores, que seguro aprendieron todas las normas de circulación para obtener el «brevete» (permiso de conducir), solo respetan una: la de «manejar» a no dar. Como me dijo un taxista todo vale menos dar. Esto incluye pasar un paso cebra antes que el peatón, aligerar en un cruce para que frene el de al lado o que los primeros diez segundos de un semáforo en rojo no se cuentan. Es decir que aunque un semáforo esté rojo, si te da tiempo y no atropellas a nadie o no vas a chocar con otro vehículo, puedes pasar.
Todavía recuerdo con asombro cómo un guardia que regulaba la circulación en un cruce paraba brazo en alto los vehículos que venían de frente hacia él y cómo éstos seguían pasando a su lado, sin que el guardia se inmutara.
Otra cosa que me llamó la atención fue la cantidad de personas que en los semáforos, que son de larga duración, te ofrecen para venderte productos de todo tipo: periódicos, refrescos, galletas, chocolate, frutas, helado. Aunque en España también te encuentras a veces con personas que se ganan la vida en los semáforos, en Lima estás más generalizado. Así que un viaje en taxi o en turismo particular por la ciudad de Lima es de todo menos aburrido.
El transporte público es un poco diferente a lo que conocemos en España y no sólo porque las paradas se llamen «Paraderos». Además de la línea de metro, hay autobuses, «cústers» (minibuses) y combis que recorren las vías principales de la ciudad pero es difícil aprender a utilizar sus líneas. Los trayectos se anuncian en el propio vehículo y a viva voz, cuando llega el vehículo al Paradero y sólo te dicen las calles que atraviesan que son avenidas larguísimas. No recomiendo utilizarlos si no vas acompañado de un limeño. Yo afortunadamente pude utilizarlos por ir acompañado de Violeta.
UN TRAYECTO EN CUSTER
Si tienes espíritu aventurero y quieres emociones fuertes no hay mejor aventura que tomar una cúster (minibus) y observar cómo el «fercho» (conductor) sortea los obstáculos que se encuentra en su camino, el cobrador de la cúster sube y baja con el vehículo en marcha, voceando los destinos y captando pasajeros.
En ocasiones las paradas se producen en el tercer carril de una gran avenida cuando el semáforo está rojo y los viajeros que suben y bajan atraviesan entre los coches parados la distancia que les separa de la cúster. Si se pone verde el semáforo imagínese las prisas que hay que darse para alcanzar la acera o el bus.
Los asientos son minúsculos (al menos para mí que me tenía que sentar de lado) pero eso sí suena una música alegre a volumen alto que te daban ganas de ponerte a bailar, si no fuera por el miedo a caer de bruces al suelo por los acelerones y frenazos. De vez en cuando en una parada se sube un vendedor ambulante que te ofrece caramelos, artesanía o su mejor vena artística. Recauda unos pocos soles y se baja en la siguiente parada. A ellos no les cobran el “pasaje” como bien dicen en Perú.
Otra cosa que me asombraba era cómo controlaban que todos los pasajeros pagaran su billete y el importe correcto ya que éste oscila según el trayecto que vayas a recorrer.
Te subes al vehículo y si el «fercho» también es cobrador a veces se paga al subir pero también he visto que pasan sin pagar, se sientan, preparan el importe y luego pagan o bien lo hacen al bajarse. Observaba con interés que el «fercho» tenía controlado en todo momento quien le había pagado y quien no y si notaba que alguien pretendía escabullirse de esa obligación le conminaba con un vozarrón y sin dejar de «manejar», describiendo la ropa que llevaba para que efectuara el pago correspondiente. Me admiraba el control que el «fercho» cobrador tiene sobre lo que cada pasajero debía pagar y cuando se debía bajar. Como dicen los peruanos «son muy moscas», son «tromes».
Con tantas distracciones y sobresaltos el trayecto se te hace cortísimo y la sensación de alivio que sientes al bajarte es indescriptible. Así que amigo lector si le gustan las emociones fuertes un viajecito en una cúster de Lima es la mejor forma de subir la adrenalina (y además es barato, por dos soles o menos).
TOMAR UN TAXI
Tomar un taxi es otra tarea curiosa. Cuando paras un taxi debes acordar el precio antes de subirte y como mi aspecto delataba que no era de allí, Violeta me alejaba de ella y hasta que no acordaba el precio no me pedía que me acercara para subirme con ella. Eso era porque a los turistas les cobran más que a los nacionales, como ocurre en todas partes, y así podía negociar mejor precio.
Me llamó mucho la atención la cantidad de taxis que hay, al menos por el día, y por las zonas que nos movíamos. Cada vez que parábamos un taxi, paraban dos o más taxis detrás y si no llegabas a un acuerdo con el primero te dirigías a negociar con el segundo y así sucesivamente. Según me han comentado además de los taxis profesionales que se dedican en exclusiva a esta actividad, en Lima cualquiera puede salir con su coche y ejercer de taxista sin ningún otro requisito.
Son baratos al cambio si lo comparas con los taxis de Madrid o Barcelona pues una carrera te puede costar en soles lo que en España te cuesta en euros y el cambio aproximado es de 4 soles por un euro. Eso sí muchos son viejos y destartalados y durante el trayecto vas rezando que no le fallen los frenos o los reflejos del conductor en los múltiples quiebros que hace en cada cruce para pasar antes que el de al lado. La ventaja que tienes es que al ser un precio cerrado les interesa acabar cuanto antes la carrera y no darte paseos innecesarios para aumentar el importe.
Siempre que se va a tomar un taxi, hay que tener «sencillo» (dinero suelto) y si es posible el pago exacto. En la mayoría de los casos, los conductores no tienen para darte el «vuelto» (cambio), sobre todo si se trata de billetes grandes.
EL HOTEL
Nos alojamos en un hotel del barrio de San Borja, un distrito residencial muy tranquilo y seguro, no muy alejado de San Isidro y Miraflores que son los distritos más turísticos de Lima. Me chocó el precio por noche (100 soles, unos 25 euros) para una habitación doble con desayuno incluido. No es un hotel de lujo pero la habitación está limpia y los desayunos son abundantes con su jugo de papaya o piña, su café o infusión, dos bollos de pan, mermelada, mantequilla y huevo frito o huevo revuelto.
Eso sí, todos los días te preguntaban si querías que te arreglaran la habitación. Si les decías que no, se ponían más contentos. Optamos porque nos la arreglaran un día sí y otro no.
FARMACIAS
Me llamó la atención la cantidad de farmacias que hay en las calles. En muchos casos podías encontrar hasta tres seguidas en locales adjuntos. Además de medicamentos en algunas puedes recargar el móvil y se pueden hacer trámites bancarios. En Lima no se acostumbra a domiciliar en el banco los recibos de la luz, agua, gas etc. y se pueden pagar en las farmacias.
Otra cosa que me sorprendió es que los medicamentos se pueden comprar por unidad de pastillas. Nosotros compramos Omeprazol a 1,40 soles cada pastilla y Apronax (Naproxeno) a 1,46 soles cada pastilla. Me recordó cuando en España se podían comprar cigarrillos sueltos.
CENTRO HISTORICO DE LIMA
Lima es una ciudad emblemática y majestuosa, que fue capital del virreinato español, lo que la convirtió en una verdadera metrópoli latinoamericana desde hace más de 400 años. Hay infinidad de monumentos y atractivos turísticos y me voy a referir sólo a los que visité.
Visité su grandiosa Plaza de Armas (Plaza Mayor) que es el sitio donde se fundó la ciudad, en la que se encuentra la Catedral, el Palacio de Gobierno, residencia del Presidente de la República, el Palacio Arzobispal y el Palacio de la Municipalidad (Ayuntamiento). En la Catedral se encuentra la tumba de Francisco Pizarro el fundador de la Ciudad de Lima.
Visité el Paseo de los Héroes Navales flanqueado por imponentes edificios como el Hotel Sheraton, el edificio Rimac, el Museo de Arte Italiano y la Torre del Centro Cívico. En un lateral se encuentra el Palacio de Justicia, edificio flanqueado por dos leones de mármol que recuerdan al Congreso de los Diputados de Madrid.
A lo largo del paseo se encuentran doce bustos de héroes navales peruanos que lucharon en la Guerra del Pacífico contra Chile a finales del siglo XIX. También se encuentran dos imponentes conjuntos arquitectónicos en bronce referidos a las llamas y al trabajo y una estatua del cóndor, ave sagrada y símbolo del Perú.
Visitamos el Convento de San Francisco y sus Catacumbas, un edificio impresionante de 1546 que fue Convento Franciscano y que hoy es uno de los Museos más visitados de Lima. Además de cuadros como la Ultima Cena que sorprende por su originalidad, se pueden ver obras de arte, artesonados, claustros adornados con azulejos, libros antiguos y una gran iglesia que guarda debajo misteriosas criptas, conocidas popularmente como “catacumbas”. En ellas enterraban a todos los cofrades que morían en el convento hasta principios del siglo XIX y se pueden ver cientos (quizá miles) de huesos y calaveras que están apilados en los laterales de los pasillos por los que discurre la visita guiada. Realmente estremecedor.
Visitamos el Museo Metropolitano de Lima que está al lado del mayor parque de la ciudad, el Parque de la Exposición. Es un museo interactivo con recursos multimedia y me resultó muy excitante la simulación de un terremoto que en Perú es un fenómeno que ocurre con cierta frecuencia. Sentirlo aunque fuera sentado en una butaca de cine impresiona.
Me explicaron que en Perú se enseña en las escuelas como actuar en caso de sismo y en los edificios públicos están señalizadas las columnas bajo las que te puedes resguardar en su caso.
MIRAFLORES Y BARRANCO
Visité el barrio de Miraflores donde se encuentra Larcomar un centro comercial moderno que mira al mar y que no tiene nada que envidiar a los centros comerciales europeos. Dispone de cine, teatro, discotecas, restaurantes de todo tipo y diferentes tiendas de joyas y ropa.
Desde allí se puede pasear contemplando el Oceano Pacífico y sus acantilados hasta el Parque del Amor, un parque bien cuidado donde se encuentra la famosa estatua del Beso. El parque tiene también en su interior diferentes mosaicos con palabras y frases amorosas. También hay una reja llena de candados puestos por muchas parejas como símbolo de su amor.
Otro día visité Barranco, el barrio bohemio de los artistas. Pasear por sus calles se asemeja a pasear por un museo pues sus paredes están cubiertas por pinturas murales y en sus jardines se pueden contemplar obras de arte.
En Barranco está el Puente de los Suspiros, que sirvió de inspiración a Chabuca Granda para componer la canción del mismo nombre. Este Puente de 33 metros de largo y 8 m de alto ha sido testigo de muchas declaraciones de amor y peticiones de matrimonio y dice la tradición que hay que pedir un deseo y cruzarlo sin respirar si quieres que se cumpla.
Cerca del Puente se encuentran el monumento a Chabuca Granda, compositora y cantante de la que los peruanos se sienten muy orgullosos por haber llevado la música criolla por todo el mundo. La Flor de la Canela y Fina Estampa son las canciones más conocidas en España. También compuso una canción en honor de José Antonio Delavalle y García, un ingeniero que salvó de la extinción al caballo de paso peruano a principios del siglo XX y hay una estatua de él a caballo junto a la de la artista.
Comimos en Isolina, una taberna famosa de la que dicen que hace el mejor cebiche de Lima. Lo probé, estaba rico pero no sabría decir si es el mejor.
EL PARQUE DE LAS AGUAS
Me encantó el Circuito Mágico del Agua, espectáculo fabuloso que cada noche se celebra en el Parque de las Aguas. Son 13 fuentes ornamentales, cibernéticas e interactivas en las que el agua, la música, la luz, las imágenes y los efectos láser se mezclan para ofrecer una visión única. Crear una pantalla de cine con gotas de agua me impresionó. Pero mejor que palabras es ver este video que pretende ser una muestra mínima del espectáculo que presencié.
CUSCO Y MACHUPICHU
Para esta parte del viaje contratamos un tour organizado con una agencia pues Violeta no lo conocía y nos sentíamos más seguros así. Familiares y amigos nos habían advertido sobre el soroche (mal de altura) que puede provocar malestar general, nauseas, vómitos etc. Cusco está a 3400 m. de altura y para adaptarte a esa altura es necesario seguir unas pautas que minimicen sus efectos, tales como tomar mate de coca, comer ligero y no hacer grandes esfuerzos hasta no estar aclimatado.
Volamos a Cusco, ciudad de los Andes peruanos que fue capital del imperio inca, en un vuelo de aproximadamente 1 hora. Tras desembarcar, cuando íbamos caminando por los largos pasillos del Aeropuerto Alejandro Velasco encuentro al entrar a un amplio hall un objeto que me pareció un cenicero de pie con el receptáculo de la ceniza lleno de hojas verdes. Observé cómo los pasajeros que me precedían tomaban esas hojas y se las llevaban a la boca. Eran hojas de coca que se utilizan para combatir el soroche y como a mí me educaron con la máxima “allí donde fueres haz lo que vieres”, ni corto ni perezoso tomé unas cuantas hojas de coca me las introduje en la boca y me puse a masticarlas como si fueran chicle. Las hojas se hicieron “mijitas” y aquello sabía a rayos pero mi temor al soroche me aconsejó no escupirlas. Debí tragármelo todo porque al poco tiempo en mi boca no había rastro de las hojas. Luego me explicaron que no hay que masticarlas sino chuparlas hasta que se hagan una bola y escupirlas después. Me enteré tarde.
Al llegar al hotel nos recibieron con una infusión de mate de coca y la guía que nos recogió en el Aeropuerto nos recordó que comiéramos caldo y cosas ligeras hasta que nos adaptáramos a la altura. En efecto tanto Violeta como yo nos adaptamos con facilidad y sólo experimentamos síntomas muy leves. Seguramente las hojas de coca ayudaron.
Por la tarde visita guiada hacia Tambomachay, Puca Pucara y Sacsayhuaman, enclaves arqueológicos cerca de Cusco muy bien conservados en un entorno natural inigualable.
Sacsayhuamán es un templo ceremonial inca que se construyó entre los siglos XIV y XV y está formado por paredes de piedra de gran tamaño que están integradas armónicamente en la naturaleza.
Según nos contaron allí se celebra cada 24 de Junio algunos de los actos de la fiesta del INTI RAYMI en honor al diós del sol inca INTI. Es una representación teatral de lo que se hacía en tiempos de los emperadores incas, donde miles de cusqueños y personas de todas partes del mundo se dan cita en este acontecimiento y que según nos dicen es una de las manifestaciones culturales y tradicionales más importantes en esta parte del mundo. A ver si en el próximo viaje lo podemos ver.
Para finalizar el día dimos un paseo guiado por Cusco visitando la Plaza de Armas con sus galerías y balcones de madera tallada, la Iglesia de Santo Domingo que se levanta en los terrenos que ocupaba el Coricancha, el principal templo del sol inca donde se rendía culto al sol y se guardaban las momias de los gobernantes y de las Coyas. (esposas principales de los reyes incas).
Al día siguiente por la mañana salimos en minibús para hacer la excursión del Valle Sagrado de los Incas que se extiende entre Pisac y Ollantaytambo, en plena Cordillera de los Andes Centrales. Hicimos la primera parada en una tienda de artesanía donde nos explicaron cómo teñían las lanas con la cochinilla y pudimos hacernos fotos con las llamas que había en el patio central.
A continuación nos dirigimos hacia PISAC. Sus ruinas son de una belleza increíble. Su privilegiada situación en lo alto de una colina, rodeada por barrancos y terrazas agrícolas consigue que las vistas del Valle Sagrado sean una imagen de postal.
Con mucho esfuerzo subimos hasta K’allaQ’asa, construido en la cima de la montaña tiene la mayor altitud de todos los recintos y en sus costados impresionantes barrancos.
Ollantaytambo a 60 km de Cusco es la siguiente parada. Nada más entrar al recinto se ven las terrazas agrícolas y arriba el templo y la fortaleza.
Mientras subimos una interminable fila de escalones disfrutamos del paisaje en cada descanso. Y desde lo más alto disfrutamos de unas vistas increíbles.
Montañas, ruinas, arquitectura e historia son las características de esta región de Perú que merece la pena visitar y que son la puerta de entrada para lo que viene al día siguiente porque a las 3 de la tarde tomamos el tren que nos lleva a Aguas Calientes (Machu Picchu).
Viajamos en clase VISTADOME que es un poco más cara pero merece la pena. El trayecto de hora y media discurrió por el curso del río Urubamba y sus grandes ventanales y el techo panorámico nos permitió ver unos paisajes espectaculares.
Durante el trayecto nos ofrecieron té o refrescos acompañado por frutas o pastelitos. Nos alojamos en el Hotel Terraza de Luna, un hotel de 3 estrellas moderno similar a los que te puedes encontrar en España.
Por la mañana temprano después de desayunar nos recogen en el hotel para llevarnos al autobús que nos acercará a Machu Picchu. Tomamos el autobús y nos deja en la base de la ciudadela. A partir de ahí iniciamos una subida larga y dura (ya estamos un poco mayores) pero conseguimos coronar la cima.
Levantamos los brazos para reponer toda la energía que habíamos gastado. La verdad que merece la pena el esfuerzo. Las vistas son fabulosas y aunque el día está un poco nublado la temperatura es agradable. Continuamos con la visita guiada explicándonos que “Machu Picchu es una palabra quechua cuyo significado es Montaña vieja. Hoy es universalmente conocida, tanto por sus imponentes restos arqueológicos, como por su incomparable ubicación, al borde de un abismo en cuyo fondo corren las caudalosas aguas del Río Urubamba.
Machu Picchu, más que una ciudadela, es un complejo arquitectónico al que solo le faltan los techos. A este complejo se le llama ciudad, por el gran número de casas que en la actualidad se cuentan más de 200, y en su apogeo debieron ser más. Además, su diseño contempla plazas, templos, caminos, escalinatas, terrazas, acueductos, etc.”
Tras la visita regreso al hotel y buscar restaurante para comer en Aguas Calientes. Encontramos uno que tenía Cuy en la carta y por fin pude probar ese plato del que tanto me habían hablado y al que muchos ponen objeciones. Si te gusta el conejo te gustará el Cuy. Lo probé guisado, estaba bueno y ya sólo me falta comerlo asado.
A las 15:00 tomamos el tren desde Aguas Calientes hasta Ollantaytambo y desde allí nos recogen y nos llevan al hotel en Cusco. Visita rápida por la tarde/noche a Cusco pues al día siguiente salíamos temprano para Lima.
Como conclusión un viaje intenso que me dejó con ganas de más. Tengo que volver a Cusco, me dije.
COMER EN PERU
Visité varios mercados y Centros Comerciales, disfruté de la visión de cientos de productos, muchos nuevos para mí, comparé los precios respecto a España y comprobé que los productos locales eran mucho más baratos. Otra cosa son los de importación que a veces resultan más caros que en España.
La gastronomía peruana se ha ganado una merecida fama internacional por su variedad y sabor. Es el resultado de la mezcla de culturas que ha habido en Perú a lo largo de muchos años. Tuve la oportunidad de degustar sus deliciosos platos tanto en restaurantes como en casa particulares y la mayoría de las veces fue una experiencia muy satisfactoria.
Cada región de Perú tiene su cocina específica pero en Lima puedes encontrar platos de cocina de la sierra o de la selva aunque es más frecuente comer comida criolla, chifa (asiática) y carnes a la parrilla, siendo el pollo a la brasa el rey.
Como una imagen vale más que mil palabras he puesto imágenes de puestos del mercado y centros comerciales. También alguno de los platos que he probado y que os recomiendo. Si vais a Perú por supuesto y si no en un restaurante peruano que hay muchos en España.
Tanto la familia de Violeta como sus mejores amigos me dispensaron un trato fabuloso y nos obsequiaron con ricos platos locales que sería muy largo detallar uno a uno. Para muestra dejo una imagen con el almuerzo que nos ofrecieron sus amigos Soledad y Lalo con exquisitos platos de comida criolla que intentaré detallar en el pie de foto.
LA JERGA
En Perú se habla español obviamente pero me resultó interesante conocer las diferencias con el español que hablamos nosotros. A lo largo de todo este escrito he ido intercalando palabras de uso frecuente en Perú que en España no se utilizan salvo por los peruanos que viven con nosotros. Algunas están en el diccionario de la RAE pero hay otras que no y pertenecen a lo que se llama jerga peruana. Si quieres conocerlos mejor y entenderlos hay que aprenderlas para que no te pase como a mí que había escuchado cientos de veces la canción de “La flor de la canela” y pensaba que la “lisura” que derramaba del puente a la alameda era gracia y elegancia y no es así. El sinónimo de lisura es procacidad. O sea que la flor de la canela iba echando pestes. Pero qué bonita forma de decirlo: «derramaba lisura».
Si te dicen de una persona que es “salada” no es lo mismo que en España. En Perú se refieren a una persona gafe.
Lechero, lenteja, asado/a, chato/a, churro/a, flaco/a, causa o pata no significan lo mismo en Perú que en España. Y si te dicen: ¡Qué piña, qué paja, qué palta, qué roche! pues que te ayude el contexto de la frase si no quieres preguntar. Pero pregunta que estarán encantados de explicártelo con una gran sonrisa.
La jerga peruana es una muestra más de que los peruanos son alegres, pícaros y divertidos y disfrutan jugando con las palabras para lo que utilizan un gran ingenio.
Así que para no sentirte más perdido que «huevo en ceviche» (el ceviche no lleva huevo) si vas a Perú es bueno conocer la jerga.
LOS PERUANOS
Tuve la suerte de disfrutar de la compañía de la familia y amigos de Violeta en diferentes reuniones y puedo dar fe de que son personas agradables, educadas y muy hospitalarias. Pero sobre todo son alegres y con un gran sentido del humor. También he comprobado en mi trato con las diferentes personas con las que nos hemos relacionado que son muy trabajadores, creativos y orgullosos de su tierra.
LA DESPEDIDA
Tocaba regresar a España y en Perú las despedidas no son tristes. La familia de Violeta organizó una fiesta de despedida que no olvidaré. Cantar, bailar, tomar, reír. Me di cuenta que son maestros en olvidar los problemas y preocupaciones del momento y saben divertirse y pasarlo bien. Disfruté un montón viviéndolo y grabándolo. Fue una fiesta “chévere”, “de la PitriMitri”. Vean el video y me darán la razón.
Así que me quedé con ganas de volver y volví pero eso ya lo contaré en otra historia.
Como he disfrutado mucho recordando este viaje sólo me queda decir: Gracias Perú, ¡qué lindo eres!
Qué bello trabajo, soy peruana y me ha emocionado leer la descripción y comentarios sobre los lugares de mi país.
Muchas gracias, por su digna visita y lo esperamos pronto para que siga conociendo las maravillas y realidades del Perú.
Gracias a vosotros Doris. Me encantó conocer Perú y estoy muy agradecido al trato que he recibido por vuestra parte. He querido con este escrito hacer justicia con lo que he visto y vivido. Un abrazo
Si, hermanita Rafa es todo un artista relatando y colocando fotos precisas. Todo muy bello ? mi querida Rafa
Gracias por tu cariño a mi pais, hoy muchas cosas cambiaron y espero que sigan cambiando y mejorando nuevamente gracias por el cariño.
Gracias a vosotros por el recibimiento y el cariño con el que me habéis tratado.
No me he podido reír más con lo del tráfico jajaja y lo del hotel! Se ponían contentos.. Que lindo es Perú ♥️
Me alegro que te hayas reído. Un poco de humor siempre viene bien. Besitos.
Hola !
Soy Peruana y me alegro mucho que hayas disfrutado tu estancia en diferentes lugares de Perú.
Te agradezco cómo has redactado cada anécdota con sus respectivas jergas peruanas ??.
Hablar de lo hermoso que es mi País es no poder acabar…
GRACIAS ‼️
Me alegro que te haya gustado. Muchas gracias por comentar