
Me contaba mi querido amigo Martín que había escrito la letra del tango “Triste Payador”, inspirándose en una historia muy suya: la de aquel amor imposible, cuando la muchacha que amaba decidió entrar al convento. Para ponerle música, tomó prestada la melodía de “Sus ojos se cerraron”. En la tradición argentina, un payador es un cantor popular, un trovador del pueblo que improvisa versos y pone sentimiento en cada palabra. Y Martín, sin duda, era uno de ellos.
El pasado sábado 25 de octubre de 2025, se nos fue.
Pero cuesta creer que se haya ido del todo. Estoy seguro de que ahora, en el cielo, los ángeles sonríen al escucharlo cantar, al oír sus chistes, sus historias y sus tangos. Porque así era Martín: un hombre que sabía regalar alegría con la sencillez de quien lleva música en el alma.
Descansa en paz, querido amigo.
Tu voz seguirá sonando en nuestra memoria, como ese tango que nunca se apaga.
Pues que descanse en paz, y allá donde esté seguro que se rien con él.
ESTARA CANTANDO CON SAN PEDRO SUS BOLEROS VUELA ALTO MARTIN YA QUE AQUI TE CORTARON TUS ALAS HASTA SIEMPRE AMIGO NUNCA TE OLVIDARE
Mi querido Juanjo, era un hombre espectacular, respetuoso, alegre, le quise muchísimo. Fue mi compañero, mi amigo, mi alegría durante casi 20 años. Me duele saber que no volveré a verlo, pero lo llevaré siempre en mi corazón. Que Dios lo guarde y lo reciba con amor.